Tener redes sociales no implica solamente hablar de nuestros productos y servicios, sino también interactuar con nuestra comunidad. El intercambio de información es mutuo (no sólo lanzamos información, y «ahí se queda») sino que podemos despertar críticas de nuestros seguidores y es necesario saber afrontarlas. Si no tenemos tacto, sobre todo con determinados temas, podemos generar malentendidos que desemboquen en una crisis de reputación online para nuestra marca o empresa.
El caso más reciente ha sido el del desafortunado tuit de Red Bull España con motivo del fallecimiento del deportista Álvaro Bultó mientras realizaba winfly, un deporte que Bultó precisamente había practicado bajo el patrocinio de esta marca. Así, @redbullESP publicaba el siguiente tuit, con la consecuente oleada de críticas.
Nos deja Álvaro Bultó, un amigo que siempre voló muy alto.
— Red Bull España (@redbullESP) 23 de agosto de 2013
Las respuestas a este tuit obligaron a @redbullESP a aclarar que la publicación no era producto del humor negro, lo que sofocó las críticas de los seguidores del perfil en Twitter. De hecho, esta breve crisis de reputación hizo que la marca alcanzase cierta notoriedad (negativa eso sí; algo que nunca debe ser nuestro objetivo) registrando incluso su número de seguidores. Si ese día, el 23 de agosto, @redbullESP tenía 68.501 seguidores; en el momento de la publicación de este post alcanzó 68.879. Sí, son 378 seguidores más, pero desde luego, no compensa: las consecuencias podrían haber sido nefastas para la marca.
¿debemos borrar un tuit cuando metemos la pata?
«Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar…» pasando o no por la lista Forbes. DEP Rosalía
— CCOO Cast.-La Mancha (@CCOOclm) 15 de agosto de 2013
@julia_otero La acumulación personal de riqueza no garantiza vida eterna. Es una aspiración humana, pero no humanista. Rosalía lo supo (DEP)
— CCOO Cast.-La Mancha (@CCOOclm) 16 de agosto de 2013