Recientemente he conocido, gracias al formador y especialista en curación de contenidos Luisangel Mendaña, @lugarzen, el papel de este nuevo perfil de profesionales 3.0, los Content Curators o curadores de contenidos. Su función consiste en filtrar contenidos de terceros, complementándolos con los de creación propia. Esta figura surge de la necesidad de los internautas de acceder más rápidamente a una buena selección de contenidos, ante la sobreinformación que impera en la red.
Cribar estos contenidos de forma correcta no sólo aportará valor a nuestros posts (y nos diferenciará a nosotros, como redactores), sino también a la estrategia de contenidos de nuestra empresa, si es que somos los creadores de contenidos de un blog corporativo. Para ello, debemos seguir unos pasos concretos.
1. Buscar contenido de fuentes fiables
Obviamente, primero debemos tener claro el tema sobre el que vamos a hablar en nuestro post y realizar una búsqueda por palabras clave, no sólo en Google, sino también en otros buscadores, redes sociales y plataformas como Social Mention o crear alertas a través de RSS para asegurarnos de estar al día de todas las novedades que se publiquen al respecto.
Seguiremos los blogs (suscribiéndonos a sus entradas) y Tuits de personas referentes en la materia para «empaparnos» en el tema y poder «cribar» los contenidos más interesantes. En este post no estamos hablando de utilizar esos contenidos interesantes para crear una nueva entrada sobre ese tema, haciendo referencia a esas fuentes, sino de postear directamente los enlaces de forma eficiente (y manual, no automática).
Un ejemplo de ello sería este post de @lugarzen, Curación de Contenidos: Los mejores posts escritos en español, donde recopila una serie de links relacionados, precisamente sobre el tema que nos atañe, los Content Curators.
2. Organización y contexto
A continuación, agruparemos y contextualizaremos los links que vamos a «recomendar» en nuestra entrada. A la hora de elegirlos sin duda nos ayudará ser organizados con nuestros marcadores/ favoritos (podemos valernos del agregador de marcadores Delicius, donde también podemos compartir nuestra curación de contenidos). En nuestro post debe quedar claro por qué estamos haciendo referencia a ese contenido (con una breve descripción), incluir el titular original del post y el autor, además del link, y seguir un orden en la enumeración de los mismos que facilite la comprensión del lector.
3. Compartir nuestro resultado
Como si de cualquier post se tratara, le daremos la máxima difusión posible a través de los medios y redes sociales que creamos conveniente. Pero el concepto de curación de contenidos va mucho más allá: los Content Curators lo van a compartir en beneficio del bien común, con el objeto principal de facilitar desinteresadamente ese trabajo recopilatorio, que formará parte de la «inteligencia colectiva». Usaremos plataformas específicas como So.cl, Scoop.it, Storyfy o Curated.by
Veamos un ejemplo de cómo utilizar estas plataformas para la curación de contenidos: el perfil de la arquitecta americana Lauren Moss en Scoop.it, donde comparte su selección de contenidos clasificados por categorías: diseño de innovación, arquitectura sostenible, infografías, etc.
Además, como consecuencia de esta labor colaborativa, conseguiremos mejorar nuestra imagen personal o la de nuestra empresa y aumentaremos nuestra presencia y reputación online, así como el posicionamiento SEO de nuestro blog.
En definitiva, con una correcta curación de contenidos estaremos enriqueciendo nuestro blog personal o corporativo, facilitando a los lectores un filtrado de calidad sobre la materia que le interesa: una experiencia «editorial», al fin y al cabo, única y diferente a cualquiera que puede aportar otro curador de contenidos.